En las tardes soleadas de primavera y de otoño, saliamos todos en tromba del colegio con la algarabía propia de todos los niños, la cartera arrastrando por el suelo, el baby con los bolsillos descosidos... ¡que cosas, yo, ya estaba deseando llegar a mi casa por coger mi cesta de la costura e irme a la puerta donde ya estaban sentadas mi abuela y mi madre junto con algua vecina más, dando puntos por aquí y por allá, pues entonces la ropa se repasaba , se arreglaba , los calcetines se remendaban con aquel huevo de madera que a mi me hacía tanta gracia y que todavia anda por allá en casa de mis padres.
Alli sentadas a la sombra entre punto y punto escuchaban el "transistor ", que se llamaba entonces, y oian la radionavela , que es lo mismo que los culebrones de ahora pero en la radio, y despues tocaba la Elena Francis,.....como perdersela ¡con la de historia que se oian !.
Yo entre tanto, hacia mis primero pinitos como modista con mi muñeca, que no me pregunteis como, pero conseguí hacerle hasta un traje de camisa con las mangas que le cortó mi madre al vestido amarillo de mi hermana la mayor, ¡y le sentaba bien y todo!!!
Desde entonces han sido muchisimas puntadas las que he dado en mi vida, creo que he estado cosiendo siempre, pués ya mi vida se fue dirigiendo por ese camino,todo el día trabajando el la fabrica de confección y por la noche en casa como hobie, y mas tarde como mi profesión,
No me arrepiento del camino que escojí, es más , estoy muy orgullosa de todo lo que he aprendido y doy las gracias de todas las personas que me han enseñado en la vida, pues hasta de la persona que no me quería enseñar nada he aprendido algo, principalmante a no ser como ella.
Hoy en día he podido unir mis dos grandes pasiones, mis conocimientos en el mundo de la costura y mi amor por el folklore, las costumbres , la indumentria y toda clase de traciciones, y mientras mis manos decidan aguantar voy a seguir luchando y dando puntadas con todo el amor de corazón, como cuando hice aquel traje amarillo para mi muñeca.
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