viernes, 21 de enero de 2011

San Antón

¡ Hasta San Antón pascuas son!, siempre se ha dicho ¿verdad?
Se cuenta de San Antón, que con 20 años vendió todas sus tierras y posesiones para retirse a una vida de religión y pobreza.
se cuenta también que en una ocasión se le acercó una jabalina con sus jabatos y uno estaba ciego, curando San Antón al animalillo, ya nunca se le separaría la madre del lado del santo, para darle su protección, de ahí que siempre se representaría con la figura de un cerdo a los pies.
Su fiesta se estableció el 17 de Enero, después del traslado de sus reliquias desde Costantinopla a la provincia francesa del Delfinado y son numerosos los pueblos de España que se han ido sumando a esta celebración, con las llamadas lumbres de San Antón.
Desde Andorra, con su "scudella barretjada", Aragón, Valencia ,o en algunos pueblos de extramadura donde se celebra la "Encamisá" donde entre hogeras encendidas, las caballerías recorren las calles dando vítores al Santo, también en Jaén donde alrededor de la lumbre se juntan a comer, beber y cantar "melenchones" o como en la Alpujarra donde se engorda un cerdo durante todo año entre todos los vecinos para ser rifado el dia del Santo.
Y como pasar por alto nuestra tierra, ¡ mi tierra!! . En Chinchilla, Tarazona de la Mancha, Casas Ibañez con ese " pan bendito", y así muchos pueblecitos que componen esta bendita provincia de Albacete.
Y como me iba a olvidar de los relatos de la abuela Remedios allá en mi pueblo Balazote.
¡Llegaban las caballerizas a carrera abierta  de todas la aldeas!, me decía, y daban vueltas y vueltas alrededor de la Ermita de San Antón, era un día grande de fiesta, y el pueblo ardía de tantas luminarias, y de tantos cohetes que le echabamos al santico.
Todos le encomendaban sus animales al Santo para que los protegiera, pues eran el sustento de sus familias, y con los podian trabajar sus campos y llenar un poco las camaras de grano.
Las mujeres para dar gracias al Santo, cocían escriños de pan, es lo que siempre se ha llamado en mi pueblo " cocer caridad ", y la repartían entre las familias más necesitadas, ( que entonces no eran pocas).
Hoy en día,  en mi pueblo ya esta fiesta se ha ido perdiendo, pero tadavía este año he tenido la suerte de comer un trocito de ese pan de caridad, porque en mi casa  hay costumbres que por suerte aún no se han perdido.
hogueras de San Antón el que no traiga leña no comerá turrón

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